Drones

| jueves, noviembre 19, 2009

Un juego donde no hay bloques de bits de lastimosa apariencia humanoide o figuras realistas que se mueven penosamente por la plataforma. Estos espadachines tienen gracia, a pesar de su aparente sencillez las patadas, tajos y fintas están bastante conseguidos. Puedes agarrar al adversario y tirarlo por los aires para que se espachurre contra el suelo como un saco de patatas, una gozada. Y también hay una tecla para realizar gestos obscenos, aunque es mejor hacerlos cuando tu muñeco se encuentre a una prudente distancia del oponente, de lo contrario probablemente se lleve un mandoble en las posaderas. Si conectas dos teclados puedes apalear el monito de otro ser humano de tu misma especie, si tienes alguno cerca.


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